miércoles, 21 de noviembre de 2012

...Lo vi marcharse esa noche lluviosa y rota con los cordones sueltos, mojándolos entre los charcos profundos de reflejos, borrando las huellas que dejan sus lágrimas en el suelo, aunque se camuflaran en ligeras gotas después de un vendaval.
Se le notaba la tristeza en la espalda. Cargaba con su pena a cuestas. Encorvado y con paso lento caminaba exhalando su amargura, el insípido flagelo de la locura agobiada.
Lo vi afligido, desesperado, quebrantado. Solo 
Llevaba el alma en los zapatos, amarrada a los cordones; sucia, mojada y al igual que la noche: rota 
Mientras se marchaba me despedí con un silencio, uno de esos que que se gritan con la mirada, que penetran los tímpanos, que se guardan con nostalgia.
Me vi marcharme esa noche, entre recuerdos y desvelos, entre canciones y consuelos, entre mis párpados húmedos y mi cordura ausente.
Yo también llevaba la tristeza en el cuerpo, en los pasos, en el vaho entremezclado con el aíre frívolo de esa noche que al igual que mi cuerpo se sentía triste
Me vi afligida, desesperada, quebrantada. Sola
Me vi sin alma pues, esta, libre luego de sentir su ausencia se fue al compás de su zapato para intentar ahogarse en un charco de profundos de reflejos...

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Debe saber de mi


Debe saber que deliro y antes de dormir me asustan algunos anhelos. Que por las mañanas paso corriendo la avenida para que no me atropellen el sueño matutino. Que el frío es mi desayuno. Que mi atrapasueños es bipolar. Que me saca de quicio que no me dejen dormir. Qué me gusta cantar en la ducha. 
Mi color favorito es el arcoiris, pero odio el rosado.
Que cayo lo que siento, que escribo lo que pienso.
Mi banda sonora es la misma de Amelie. 
No se si deba saber pero le comento que odio el trasmilenio a las 6 de la tarde, que no veo de lejos y que me gusta el olor del aerosol.
No digo mucho palabras que luego no se pueden explicar cómo "te quiero". A veces doy explicaciones sin que me las pidan. Que soy un poco despistada y que hablo golpiado. Que estúpidamente hablo con mi perro, que estúpidamente hablo demasiado. Que me gusta su sonrisa y que me gusta besarla. Que sufro de rinitis y migrañas y, entre semana, de insomnio. Que me gusta morder a la gente y una que otra vez hacerlas reír. Me gustan más los chocolates que las gomitas, que no puedo con la comida picante y soy amante del tekila con sal y limón. 
Tal vez deba entender que no me puede entender, que no soy fácil ni docil, qué mi ternura está atada y que no tengo peluches. Que me enamoran los besos, pero solo por un momento. Que escribo cursilerias que no llevan a nada.
Seguramente ya se dio cuenta que me gusta como habla, que me gusta su mirada. 
Debe saber también que algunos piensan que tengo un grado elevado de locura y que yo pienso que soy tan cuerda que me aburro. Que mis zapatos están tirados por toda la casa, que odio lavar la losa y tender la cama, que guardo lo que me regalan y que tengo muchas cosas guardadas.
Odio el chocolate muy caliente y por épocas como un helado diario. Que no me gustan las promesas incumplidas y que detesto esperar.
Me gusta dedicar canciones mentalmente y tomar fotos.
Que extrañamente el sonido de su voz me libera y su vida me apasiona.
Que no pretendo asustarlo, que pretendo sorprenderlo.
Que nada de lo que digo ahora tiene sentido pero aún así todo esto debe saberlo y que el resto tendrá, en algún momento, que conocerlo.

sábado, 18 de agosto de 2012

Más de cinco sentidos

Su sonrisa, ese reflejo de su ser, esa ventana de su vida, me llevaba a otro mundo completamente diferente, un mundo que apenas conocía.
El calor de su cuerpo que me transportaba, en un cálido abrazo,a un camino que solo, con un poco de torpeza, cruzabamos los dos.
Mi intrépida ternura salió a flote sin pedirme permiso. Era tan yo, era un alma desnuda en frente de su mirada, de su alma.
Sus manos que con timidez, con agilidad y misterio agarraban mi mano con tanta suavidad, como si creyera que me fuera a quebrar, y sí, me quebró, en miles de sonrisas. Y sus manos me protegían, se aferraban a mi piel, bailaban en mi espalda.
Su besos en la frente que me marcaban cada minuto de goce que me hacía estremecer, esos besos que me dicen "no tengas miedo" pero que me hacen pensar en lo que vendrá, en ese cariño que asusta porque es un caudal de agua no tan mansa, desbordante de emociones.
Ese abrazo que me atraía a su cuerpo, a su vientre, a su deseo, que me envolvía y me arrullaba, que me estremecía y me acogía como si fuéramos encajáramos a la perfección, cuales piezas de un rompecabezas.
Esa esquina izquierda de su boca que es pecado, dulce pecado, que me seduce, que me cura.
Su voz tan sutil que libera palabras melódicas que suspiran y me elevan.
Sus labios! Sí, sus labios. Tan imaginables, tan inalcanzables, tan voraces y fugaces. Tan valientes. Frescos, lizos, repletos de ansias, calientes... sus labios!
Su cariño! Tan tactil, gustativo, olfátivo, visible, escuchable. 
Un amor perdido entre sentidos que no encuentra razones ni delirios.
Un momento, una sensación y ya explotaba mi cuerpo en un segundo, en un Mi, un Re, un dulce, en un entrañable "te quiero"

jueves, 9 de agosto de 2012

"Nos vemos después y que tenga suerte"

Decir Adiós es un rito trágico, como un asesinato. Mueren las esperanzas, las palabras, las sonrisas y el brillo en la mirada. No intento despedirme, creo que usted ya lo había notado, lo sé. Mis palabras ya no son cálidas, mis abrazos ya no tienen ganas y es que les ordené olvidarlo, les pedí dejarlo. No espero que se quede, se que no lo hará, también hace lo mismo, también le ordenó a sus manos olvidar mi piel, a sus labios olvidar mis labios, a su mente olvidar mi alma... No solo es un adiós, es un "nos veremos pronto" cargado de mentira, como para que no duela.
Si, es hora. Ya el reloj no nos aguarda, ya no nos acoge y nos esconde.
No le diré de frente el por qué del por qué me voy, el por qué del por qué debe irse, lo sabemos. No es necesario un abrazo de despedida, un "que tengas suerte" nada de eso... Es mejor dejarlo así. Así como cuando nos conocimos, recuerda?, como si no lo hubieramos esperado y es que intentamos hacerlo parecer un accidente pero no funcionó, no se si se dio cuenta que hay un lazo de algún color que nos amarra, mi alma a la suya, y que era inevitable pasar por el lado y no chocar con su pasión.
Dejo todo aquí, antes de que sea un algo que termine en un nada, dejo su sonrisa, su pelo, sus ganas, mis poemas, mis cuentos, mis canciones, mis esperanzas. No quiero dejarle mi cariño, ese me lo llevo conmigo, tiene que aprender a crecer.
Sepa usted que esa ráfaga que nos pasó entre las pupilas no fue en vano, nos acercó y nos separó.
No quiero que trate de entenderme, igual nunca lo logró, ni que lo acepte, sería un error, solo quisiera pedirle el favor de que cuando me encuentre a años luz de su mirada y esté sentada a su lado sonría para mi como la primera vez que le sembré esa magia en la cara

No le diré adiós, le diré Amor.

Jodido escrito de un fracasado de amor


Te deseo con tanta fuerza
Te anhelo con tanta ansia
Pero simplemente te evito
y tú regresas por más vitalidad
regresas con miles de espinas que disfrazas en flores
me regalas melodías cadenciosas, palabras maléficas que se envuelven en sílabas de seda
me respiras la calma
me hipnotizas la razón
manipulador de ilusión
Jodido querer ¿ah?
jodido destino
jodido camino
jodido sexo que condena
jodido amor que quiebra
No eres mi amor, no se que es amor
Pero "amor mio" no te creas tan fuerte
algo haré yo con tus neuronas, lo se! confío en mi juego
te joderas por mi, en silencio.
preguntaras por qué, que hizo falta, que pasó?
y me desearas con tanta fuerza
y me anhelaras con ansia y me evitaras y
yo no regresaré!

viernes, 23 de marzo de 2012

Lo supe

Lo supe desde el momento que pintaste una sonrisa permanente.
Supe que había, nada más, que locura en tus palabras, que cosquillas en los labios, que piquiña en mi alma.
Supe que no saldrías de mi mente al reírte de mi risa.
Supe que ese tartamudeo y tembladera era un colapso nervioso de mis hormonas embriagadas de endorfina.
Supe que mis noches ya no serían las mismas. Eternas y ansiosas esperarían morir con la espada el sol para ver tu cuerpo en la mañana.
Supe que tus ojos serían la condena de mi vulnerabilidad sentimental.
No supe que carecería de voluntad y razón.
No supe como caminar al lado de tu camino
No supe como reir de manera perfecta.
No supe como no ser lo que odio ser.
Y ahora como hago para entender lo que sé y lo que no sé?
Como hago para tener certeza de la estrategia perfecta que me dejará quedarme a tu lado y hablar sin palabras, amar sin decirlo, besar con los ojos y olvidar lo que conozco y desconozco?

Y si...?

Y si caemos en esas trampas mortales llenas de cocodrilos, de peleas, de amores?
Y si el sexo nos consume y nos acecha cual virus infeccioso que no deja respirar?
Y si mi cuerpo no encaja en el tuyo?
Y si deseamos enfermarnos entre locura o perversión?
Y si tengo miedo de algo?
Y si cuando nos desnudamos descubrimos que no tenemos alma?
Y si morimos involuntariamente de deseo al pecar con miedo y sin razón?
Y si nuestra música dice más que la melodía de nuestros cuerpos cuerpos?
Y si miento al decir que sí, que tal ves, que no?
Si me dejo someter a tu amistad indeleble?
Y si me uno con tu cerebro para hacerte zancadilla?
Si fuera todo y a la vez nada?
Y si no existieran posibilidades... ¡Moriría sin soñar!
Moriría sin soñar y despertarme sin el olor de tu pelo en mi vientre

Tú, monotonía

7:00 am, frío, sueño, TU. 
Mi desayuno deshidratado, mis zapatos claustrofóbicos, mi chaqueta sin identidad, el sol apuñalando a la luna. 
Se despeja la mañana. Hay un saludo matutino, está el señor de los tintos con su sonrisa ya pintada pero rota en sus adentros, un gesto sereno.
El primer cigarrillo fresco, la piedra en el pecho, el humo que dilata la mente, que dilata dolores cuando se enamora del recuerdo.
Esa infección del alma que con el frió aumenta.
Un "Hola!"desgastado y viejo, un encuentro inoportuno, una memoria melancólica, una mirada perdida, una obsesión mañanera, una sonrisa que revitaliza.
El reloj que corre con pereza y angustia, el cerebro pausado, el mismo taxi. 
El café con ese humo efímero que escapa cual libertario del aire. Las palabras que suenan de fondo pero sin sentido. El esfero pausado, el papel ansioso, las ideas se disipan, el sueño duerme a la razón.
Un "Buenas Tardes" en vano. Las tardes tardan...
Un cigarrillo suicida, un vicio suave que delira.
La luna cobrando venganza contra el sol, un cielo rojo y un pájaro herido de luz.
El que habita la calle tarareando una canción. La misma canción.
7:00pm, frío, sueño, TU.

Adiós

Tus lineas de la mano no descifran mi destino
Tu mirada no observa mi camino
Tus bendiciones no exorcizan mis demonios

Tu alma impura no doctrina mis placeres
Mis palabras acusan tus actos
Mis manos temen de tus pasos
Tu caricia es insensible
Tu mirada está cegada 
Mi piel quiebra ideas
Tu fuego es mi agua
Tu no eres tu
Yo no seré tu
Ahí un miedo en la mitad de los dos que supone un adiós

domingo, 19 de febrero de 2012

Y así hago cuando escribo

No se trata simplemente de reunir palabras y entender qe juntas deshaogan y florecen sentimientos que entre lineas gritan lo que se revuelca en mi mente nadando en mares incontrolables de personificaciones brutales que no le dejan respiro a la tranquilidad... se trata de llegar más allá, de cautivar almas impuras que se reconocen y se dibujan entre frases y hologramas creadas por su despero y su ansia para tratar de entenderse.
Así es como me nace el compromiso con aquellos que se encuentran en desolación y buscan un alivio cuando leen.
Es lógico que no lo hago solo por aquellos que quieran leerme, no quieran analizarme... no es justo! Es simplemente un aire que se respira con menta que refresca, es simplemente un nivel humano donde algunos encuentran su lugar refugiandose en la mente de los demás y me ha pasado con otras personas que entienden que no es aflojo individual del alma sino que es un sentir que todos conocemos.
Espero que se entienda por que a veces escribo y a veces dejo de escribir, no soy la perfección, no busco un Nobel ni nada por el estilo, solo que a veces en palabras de otros se respira calma y gracias a eso es que leen lo que de mi sale tan efímeramente y que muchas veces no tiene coherencia pero cada cual se la encuentra.
Esto sale de mi para muchos y de muchos salen cosas para mi inspiración banal y consituyen mis escritos que son trágicos y dolorosos y otros más alegres y ridículos. 
Aquí no escribo sola, escribimos todos. (Es mi idea de escribir)

Pupilas Incoloras

Y es ese desaforado sentir de ver de frente el futuro y resignarse a verte a los ojos sabiendo que nunca sabré en realidad de que color son porque nunca tendré tiempo para descubrirlo pues el tiempo se olvidó que estaba allí y el filo de su intransigencia te lleva al otro lado del vació donde no nos podemos alcanzar. Un simple Jake Mate de la vida? 
En todo caso mis ojos son café claro, los tuyos déjalos en secreto; mis sueños descubriran el color del alma que se refleja en ellos y así exorcizaré mis párpados y desintoxicaré mis pupilas. Entenderé que ya no seré parte vital en tus lagrimas y tu ya no serás parte vital de mis sonrísas! 

Pasión

Esas miradas profundas que queman la piel cuando los ojos la rozan
El olor de tus poros enloquecidos en plena mañana soleada
El sonido de tu cabello coqueteando con el viento
Tus manos sudorosas, frágiles, suaves, nerviosas con ansias de otras manos
Tu calor que como un imán me llama
Las sutiles palabras de madrugada que balbuceando me dicen "más"
Tus piernas que buscan recorrer laberintos y que terminan enredándose en las mías
Mis manos en tus labios
Mis labios en tu pecho
Mi pecho entre tus ideas
Mis ideas en el pecado
Mi pecado buscando salvación
Mi salvación que se encuentra entre tus ojos que me quema las fibras del deseo 
El deseo matándonos de a poco, disimulando de a poco los suspiros
...Y los suspiros guardando el secreto que se nos intenta escapar con las sonrisas con olor a humo y vela

miércoles, 4 de enero de 2012

Un fatídico 4 de Enero

Su conciencia desapareció por un minuto en medio del universo, viendo aquella película donde todo era de un color sepia; ese color que caracteriza el sueño lejano que produce cierta nostálgia. Recordó las palabras de su padre dichas en la cena que resultó amarga y febril pero tan dulce que los sabores intentaban aferrarse al paladar pero la amargura y la sal de las lagrimas las tumbaron hacía el estómago de un solo golpe sin siquiera sentir la textura de cada trozo. Recordó el poder fonético de cada sílaba, cómo soldados penetrando en su oído rompiendo paredes hasta llegar al rincón donde se producia algúna esperanza de vida, con armas de miedo, poder e impaciencia amenazaron todo sueño que se encontraba vivo. Recordó como en el piso, blanco como  una hoja de papel virgen, caían de un barranco sonrrojado una lágrima tras otra  directo al vacio en un suicidio colectivo sin sentido. Sin remordimiento se tumbaban de una en una y adentro en su pecho había luto y un fuerte ahogo de despedida a aquellas valientes que con su muerte se llevaban un poco de dolor. 
Ella, perdida entre las imágenes de aquella película que le enseñaba que luchar era el camino, se vio consternada al pensar que las palabras de su padre eran verdaderas, al sentir que la guerra en su cabeza la había ganado la realidad y los sueños habían sido masacrados, torturados y algúno que otro vendido. Ya no lloraba, no tenía como. Entre el piso y el pan se habían quedado todas las voluntarias del desahogo. Su conciencia que volvía a razonar de a poco intentó entender como en la pelicula hablaban de lucha y sentido, cuando en su cabeza acababa de haber un exterminio de ideas y pensamientos, cuando no quedaron ni escombros. 
¿Se referían acaso a esa lucha utópica que sueña el hombre?, ¿esa lucha por la felicidad? ¿esa lucha que busca realidad? Esa realidad que acababa de matar sus ideas, realidad que la dejo vacia, realidad que acabo con su sueño. 
De repente su conciencia había vuelto del todo y en el momento menos pensado con una timidez agoviante, de la punta de su naríz colgaba, sin dejarse caer, una pequeña gota cristalina, temerosa y arrepentida de lo que podía ser su triste final. Ella La sostuvo en su dedo índice y la dejó dormir, pero ya no podía hacer nada, aquella lágrima ya había tomado la decisión de botarse y no tenía devuelta al ojo. 
Sin ofuscarse por el suicidio que producia su recuerdo de aquella cena, tomó un cigarrillo y con el rostro hacía arriba exhaló ese humo que le ostigaba, que le mareaba, que guardaba tantos suspiros. Lo botó con rabia, con desespero. Pensó en el placer de echar todo hacía afuera de sí sin lamentos. Ya no sentía un futuro, el humo se había llevado su destino y la última lágrima que durmio en su dedo mato la esperanza de un sueño.
Desde entonces pasa la noche sin dormir, siempre está en vela pues ahora no sueña, no fuma y evita recordar para no producir suicidios colectivos sin sentido

Que por qué no escribo?

No escribo por qué se revelaron las palabras en mi contra. Por qué quisieron volver a un pasado que ya no tiene reloj. Por qué ya no significan lo que dicen. Por qué ya no dicen nada. Por qué no me inspiran. Por qué juegan a las escondidas y yo no tengo brújula para buscarlas. Por qué cagan, maman y lloran. Por qué hieren. Por qué son vacias. Por qué vienen sin pijama a dormir conmigo. Por qué me atormentan mientras duermo. Por qué me despiertan en la madrugada con un maldito chillido. Por qué mueren rápido. Por qué ya no me susurran en el oído cuando hay silencio. Por qué me cogieron odio. por qué mis manos las demandaron por calumnia. por qué envenenan mi conciencia. Por qué juegan con la razón. Por qué me confunden. Por qué me persiguen. Por qué odio que me persigan. Por qué son caprichosas. Por qué me mienten. Por qué me ignoran. Por qué las ignoro. Por qué me dan miedo. Por qué se esconden debajo de la almohada y me muerden las orejas. Por qué duermen en mis labios. Por qué se matan entre sí. Por qué me hacen pensar. Por qué me hacen sentir. Por qué sacan lo mejor, lo peor, todo de mi. Por qué las dedico.  Por qué no llegan a su fin. Por qué cuentan mis secretos. Por qué no invisibles. Por qué están hechas de nicotina. Por qué son profundas. Por qué no cuentan cuentos. Por qué me amargan. Por qué lloran. Por qué no consuelan. Por qué son traviesas. Por qué se carcomen el tiempo. Por qué me hacen olvidar que aquí existo. Por qué me sacan de la realidad. Por qué no me hacen ser Borges. Por qué aman a Cortazar. Por qué se quieren parecer a Dalí (extrañas). Por qué no se cansan de correr por mis muñecas. Por qué me dan jaqueca. Por qué no son ágiles. Por qué cantan duro. Por qué me hacen amarlas. Por qué me ahogan. Por qué me hacen suspirar. Por qué producen lágrimas. Por qué ya no hacen salir sonrísas. Por qué piensan por si solas... Por mil motivos no escribo palabras. Pero el mayor motivo´para no escribir, es por qué esas palabras  ya no reconocen quien soy