Iba en un bus, en mi ciudad, en mi calle, en mi vida, en mi mundo, miré por la ventana y me di cuenta que eso que pienso, huelo, siento, hablo, es parte de alquien que no conozco; eso que veo, no lo veo, son reflejos de mi cerebro. No soy el que piensa. Siento que estoy fuera, siento que me miro, que pongo mi nariz frente de mi nariz y no me veo, no me encuentro, ese no soy yo.
¿Quien soy yo?, ¿En que pienso?, ¿Por qué no me muevo como deseo?,¿Que estoy viendo?,¿Que pasa?, ¿Quien me reemplaza?; Sé que soy yo pero...¿Por qué no me siento yo?.
Divago en algun lugar, revoloteo sin parar pesnado que estara pasando, ¿Será un momento de meditación?, eso que llaman encontrarsé a si mismo, pero... no entiendo, si es eso, no se en que momento me perdi para empezar a buscarme, no se si debo buscar algo que me ayude a calmarme o simplemente pensar realmente en buscarme.
Me bajo del bus y pienso en qué estoy mal, pero, aquella persona que no reconozco, ¡está bien!.
Camino, camino y camino, y creo que todo esto ya lo sé, siempre lo hago, es de todos los días, pero, aún no se que pasa ¿Por qué a mí?, ¿Por qué hoy?.
Como lo sospeché, no pude dormir, aunque, ese pequeño ser acostado en mi cama, ajeno a mi, se duerme. Estoy por pensar que soy mi propia conciencia, ó, talves es un sueño muy largo y profundo, no lo sé.
Recuerdo cosas, hasta el momento en que vi por la ventana de aquel bus de la tarde; todo lo recuerdo como si lo estuviera viviendo, pero no se lo que sucedio de ahí para adelante.
Tengo miedo, no quiero quedarme así, me siento vacio, -algo no anda bien-, me repito todo el tiempo
Estoy cansado. Si me perdí, esta bien, me encontraré para volver a mí, pero, acaso ¿Donde escondieron el manual de busqueda?
Pensé y pensé durante mucho tiempo en como salir, y encontré la respuesta justa: No es salir, ¡es entrar!, es indagar que hay aqui metido dentro.
Me doy cuenta que el cuerpo es como un disfraz, lo alquilas almomento de nacer, lo usas 70 u 80 años maximo, y lo devuelves. Lo que importa no es el disfraz, es lo que ahi debajo de el, o sea, mi cuerpo no es lo que de verdad importa, soy yo, el que lo usa.
Medité bastante sobre aquel punto por un gran tiempo, tanto fué , que pasaron los días, las noches, las semanas y los meses sin que me diera cuenta, fui envejenciendo, pasó por mis ojos todo lo que me quedaba de vida y no lo vi.
Aprendí que realmente hay que ver las cosas y comprenderlas, no simplemente verlas y dejarlas ir, cada momento que pasa nos trae algo entre lineas, algo inmenrso, algo que descifrar; y ahora tengo miedo, pero no miedo de quedarme adentro, no, tengo miedo de salir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Opina, critica, comenta, pregunta, cuestiona...REACCIONA